Sra. Bovet, operación en 2017
La terapia con máscara CPAP no produjo ninguna mejora.
“...una segunda vida regalada”
El señor Bayir buscó durante 30 años ayuda
Operación en octubre de 2016
“Hoy me encuentro fantásticamente, tengo energía de nuevo“
Señor Müller, resultado duradero después de 7 años
“Mi fase de curación fue muy bien, sin dolor y 3 semanas más tarde ya estaba de nuevo en el trabajo”.
Marzo de 2018, funcionamiento según la incompatibilidad de las máscaras Cpap
Ocke J. Harrsen, Alemania
En 2016 me diagnosticaron un síndrome de la apnea del sueño grave, después de muchos años con problemas provocados por episodios nocturnos de hipertensión, trastornos del sueño, cansancio durante el día e incluso arritmias cardiacas. La polisomnografía arrojó un síndrome de la apnea obstructiva del sueño durante la fase REM. Dada la gravedad del diagnóstico, empecé un tratamiento con máscara CPAP. Durante un año, utilicé la máscara religiosamente, pese a la gran cantidad de problemas que acarreaba. Dichos problemas se presentaban en distintas formas: tener que recolocar la máscara constantemente durante la noche (probé varios modelos), inflamación de la mucosa nasal, sequedad en los labios y en las mucosas nasal y bucal pese al uso de un humidificador, conjuntivitis frecuente, cansancio y somnolencia durante el día, problemas de concentración y memoria, hipertensión pese a la medicación, principalmente durante la noche, micción frecuente durante la noche, hinchazón abdominal, falta de aliento tras realizar esfuerzos mínimos. Una de las cosas que más me afectaban era el constante cansancio, además de las pesadillas y los ataques de ansiedad. La ansiedad y las pesadillas no me dejaban estar tranquilo, y cada vez me costaba más irme a la cama por miedo a sufrirlas. Por la mañana, siempre tenía la sensación de no haber pegado ojo. Todo ello empeoró cada vez más mi estado psicológico y, al final, incluso estaba deprimido. Para mí, se trataba de un empeoramiento de mi bienestar que ya no podía seguir tolerando.
Buscaba una solución y, en Internet, encontré la clínica especializada del profesor Sailer en Zúrich.
Acudí a ella el 7/7/2017 y me realizaron un diagnóstico exhaustivo. Estos fueron los diagnósticos: síndrome grave de la apnea obstructiva del sueño, posición retrasada de los maxilares superior e inferior (disgnatia de categoría 2) e hipoplasia de los cóndilos maxilares, que no han crecido suficientemente, vías respiratorias orofaríngeas demasiado estrechas, con 8 mm de diámetro.
Como alternativa al tratamiento con CPAP, me propusieron una osteotomía de recolocación de la mandíbula en forma de “Rotation Advancement” de los dos maxilares, con el fin de ensanchar las vías respiratorias orofaríngeas en gran medida y tratar el síndrome acudiendo a la raíz del problema.
Decidí someterme a esta operación, ya que la apnea obstructiva del sueño (aparte de los problemas descritos con anterioridad) puede ser letal y acarrea una reducción de la esperanza de vida. El último estudio multicentro del New England Journal of Medicine demuestra que el tratamiento con CPAP no aumenta la esperanza de vida.
Desde el principio, el profesor Sailer y su equipo me dieron un trato fenomenal. Sobre todo, quiero destacar la empatía y la sensatez del profesor Sailer durante las consultas conmigo y con mi esposa. La forma de comunicar los datos médicos sobre la intervención quirúrgica y el postoperatorio fue muy detallada y comprensible para alguien sin conocimientos sobre ese tema. Me ofrecieron la oportunidad de hablar con un paciente poco después de una operación que dio buenos resultados y, gracias a sus comentarios positivos, me sentí más seguro de la decisión que había tomado.
A pesar de que mi seguro médico (DAK Gesundheit) rechazó asumir los gastos, decidí someterme a la operación el 7 de noviembre de 2017 haciendo frente a los costes yo mismo.
Al entrar a la clínica el día de la operación, percibí un ambiente muy agradable. Llegados a este punto, quisiera subrayar que antes de la intervención quirúrgica, el profesor Sailer volvió a hablar conmigo largo y tendido, y me sentí más seguro.
La asistencia posoperatoria fue excelente, todo el equipo me trató con afecto y profesionalidad, especialmente la Dra. Sailer.
Tuve que enfrentarme a las consecuencias de la intervención quirúrgica que me indicaron en las consultas previas, por ejemplo, hinchazón, problemas para tragar, pérdida de sensibilidad. En cuanto a la alimentación de las siguientes semanas, consumí principalmente batidos ricos en calorías y proteínas, así como purés. No me dolía nada. Mi estado fue mejorando semana a semana. Fue toda una experiencia poder dormir sin aparatos ni máscaras después de la operación, sin pesadillas, y disfrutar de un sueño reparador. Se acabó eso de estar cansado durante el día y, a mis 72 años, vuelvo a tener bienestar y calidad de vida.
La amplia experiencia del profesor Sailer y el hecho de que él mismo concibiera esta técnica quirúrgica de éxito reforzó mi decisión de someterme a la operación en su clínica de Suiza, en lugar de acudir a otra clínica alemana. Su método ha surtido efecto en un cien por cien de los casos, incluyendo el mío.
Muchas gracias al profesor Sailer, la Dra. Sailer y todo su equipo.
Ocke J. Harrsen
Patient report Hans-Rudolf Grolimund
Madre feliz con el tratamiento de su hijo (23 años)
Marzo del 2017, Marcel Malz Bielefeld, Alemania:
Nuestro hijo Marcel (23) llevaba sufriendo durante años fatiga, agotamiento y apatía. Íbamos de médico en médico, le hacían análisis de sangre sin resultados especiales, tratamientos de curanderos, ¡todo ello sin mejoras sustanciales! A menudo decían: «es porque ha crecido rápido». Vale, con 1,96 m ya había alcanzado la máxima altura, pero cada vez le iba peor.
Y entonces, hace un año, el curandero dijo que Marcel tenía interrupciones del sueño. ¡En cada tratamiento se quedaba dormido y empezaba a roncar muy fuerte!
Además, en el laboratorio del sueño le diagnosticaron la «apnea del sueño» y le dijeron que debía ponerse una máscara para dormir que le ayudaría a recibir suficiente oxígeno. Al principio, Marcel estaba simplemente contento por haber encontrado algo que le ayudase a llevar una vida «normal» sin sentirse cansado constantemente. Pero esta máscara se convirtió en una «tortura», se la quitaba sin darse cuenta mientras dormía, cada vez se le quedaban fuertes marcas de presión en la cara y era insoportable...
¡Qué decepción! Cada vez le iba peor.
Pero, finalmente, nos llegó un rayo de esperanza en el verano de 2016, ¡gracias a INTERNET!
«¡Mamá, el profesor Sailer de Zúrich puede operar mi apnea del sueño!»
En septiembre de 2016 fuimos con grandes esperanzas a Zúrich.
Nos acogieron calurosamente y la señora Sailer nos explicó en una conversación preliminar qué podían hacer en la clínica.
Tomaron imágenes en 3D de la cabeza de Marcel.
A continuación, hablamos con el profesor Sailer, que gracias a las imágenes nos presentó un claro esquema y nos explicó que Marcel solamente estaba recibiendo ¼ del oxígeno que recibe una persona sana y que esto podía provocar enfermedades precoces como ictus, la falta de oxígeno constante en el cerebro, depresiones... ¡un espanto!
Pero su perspectiva de cómo podría mejorar la situación de Marcel tras la operación fue fascinante y volvimos a casa llenos de optimismo.
¡Para Marcel esta operación suponía el único rayo de esperanza y tanto él como nosotros queríamos que se sometiera al tratamiento!
La fecha de la operación se fijó para el 6 de diciembre de 2016, el día de San Nicolás ;).
Evidentemente, estábamos nerviosos, ¡era una operación de envergadura!
Pero en ningún momento dudamos del equipo del profesor Sailer,
de verdad, no lo puedo explicar con palabras. Para Marcel y para mí fue la mejor clínica que nos podíamos imaginar, en todos los aspectos.
Los mejores cuidados, mucho afecto y simpatía por parte de TODOS, del profesor, su mujer, el equipo de doctores, las enfermeras... MUCHÍSIMAS GRACIAS ☺
Hoy es el 14 de febrero de 2017 y ya han pasado 10 semanas desde la operación.
Todas las inflamaciones han desaparecido (¡tan solo después de 4 semanas!)
No más ronquidos, ya después de la operación, lo consideramos como un milagro.
Lo mejor es que ¡Marcel es una persona nueva! ☺
¡Le va de maravilla y todos los días se siente FELIZ! Siente energía, se levanta descansado, tiene mejor aspecto, practica mucho deporte, está dedicado a su trabajo, tiene ideas geniales, está mucho más seguro de sí mismo y ahora estamos contentísimos porque quiere hacerse cargo y llevar adelante dos empresas! Y también ha encontrado a una chica encantadora ;-)
Todo esto y mucho más es posible ahora ... ☺)))))
GRACIAS al profesor Sailer y a todo su equipo
Son lo MEJOR que nos podría haber ocurrido y nunca les olvidaremos porque le han regalado una nueva vida a nuestro hijo.
Les deseamos a usted y a su equipo NUESTROS MEJORES DESEOS
La familia Malz de Bielefeld, Alemania
Vídeo del proceso de tratamiento de la apnea del sueño, antes y después de la operación
Christof Küenzi ha documentado en un vídeo de 3 partes el proceso de la operación que le curó la apnea del sueño. A continuación, puede ver la finalización del tratamiento en diciembre 2015. Posteriormente, en la retrospectiva, podrá consultar toda la documentación sobre el proceso antes y después de su operación.
Enero de 2017, testimonio de paciente cuatro meses después de la operación
Tim L., de Düsseldorf, Alemania
Todo empezó en 2012: por la mañana me levantaba cansado aunque hubiera dormido muchas horas. Durante muchos meses me encontré sin energía para trabajar ni motivación para hacer deporte y otras actividades.
Mi médico de cabecera me hizo un chequeo completo y me envió a un laboratorio del sueño. Detectaron muchas interrupciones respiratorias. Me dieron una máscara respiratoria para dormir.
Puede que haya personas que toleren dormir todas las noches con una máscara de respiración asistida. Pero a mí me molesta muchísimo.
Por la mañana, al levantarme, casi siempre tenía la máscara junto a la cama. La situación se había vuelto intolerable. Busqué alguna posibilidad de curar mi apnea del sueño de forma duradera.
Busqué en internet y encontré la clínica Professor Sailer.
Después de leer atentamente su información, decidí concertar una cita de asesoramiento en Zúrich. La clínica no está muy lejos del aeropuerto y se llega enseguida en transporte público.
Cuando llegué a la clínica Professor Sailer, la Dra. Sailer me recibió. En un ambiente agradable, me explicaron detalladamente qué abanico de posibilidades ofrecen a sus pacientes.
Después de la consulta informativa, conocí al profesor Sailer. Es una persona tranquila, agradable y amable. Durante el chequeo me sentí muy bien tratado y, a continuación, me explicaron todo de manera comprensiva. Después me hicieron radiografías en el cráneo y el profesor Sailer me detalló cómo se desarrollaría la intervención quirúrgica para solucionar mi problema y qué resultados se podían conseguir.
Crearon un plan personalizado para curar mi apnea del sueño y al mismo tiempo mejorar mi aspecto facial, cosa que para mí era muy importante. Gracias a su enorme competencia y extraordinaria experiencia, esta clínica está más que preparada para garantizar un buen resultado.
No dudé ni por un instante someterme a la operación. Solo tenía que ocuparme de los aspectos económicos. En muchos casos, creo que el seguro médico también cubre la operación, pero en mi caso no fue así.
En 2016, llegó el momento de la verdad.
Viajé a Zúrich para el chequeo previo y en la sala de espera conocí a un paciente que ya se había sometido a la operación. Eso disipó las pocas dudas que me quedaban sobre si después de la intervención mi cara tendría un aspecto artificial. Este paciente austriaco tenía un aspecto muy atractivo, y jamás se me hubiera pasado por la cabeza que estaba operado. Me contó su experiencia, lo cual acabó de tranquilizarme.
Llegué a Zúrich un día antes de la operación, hice el «check in» en el hotel y después fui a la clínica para someterme a una limpieza dental y bucal. Hicieron moldes y después me entrevisté con el anestesista para hablar de los narcóticos empleados.
A la mañana siguiente llegué a la clínica a las 6:30 y me condujeron a mi habitación individual con baño propio. Me puse la bata quirúrgica y, llegados a ese punto, todo pasó muy rápido. El profesor Sailer, acompañado de otros médicos, me saludó amablemente y me dio ánimos.
Según recuerdo, me desperté a las siete de la tarde. Toleré muy bien la anestesia, seguramente porque los anestesistas, muy experimentados, emplearon narcóticos suaves.
Durante los dos primeros días no pude comer nada; perdí unos ocho kilos. El dolor era soportable. Al poco tiempo pude levantarme y dar un paseo por el jardín de la clínica con la Sra. Jelena. A los cuatro días, mis padres me recogieron. Las seis horas de viaje en coche fueron bastante bien.
Ya en casa, durante la primera semana solo pude tomar zumos recién exprimidos y puré de verduras. También tomé batidos calóricos para no seguir perdiendo peso. Ya había bajado de 92 kg a 79 kg.
Diez días después, me quitaron los alambres de la boca, porque ya no era necesario que la mandíbula estuviera fijada. La hinchazón se había reducido muchísimo. Mejoraba un poco día a día.
90 días después de la operación, fui a un chequeo de control. Me hicieron fotos y radiografías tridimensionales para comprobar el resultado (que con el paso del tiempo se hacía más visible). Se veía claramente el nuevo posicionamiento de la mandíbula. Hoy respiro como nunca lo había hecho. Necesito menos horas de sueño y tengo energía todo el día. Nadie mencionó mi «nuevo» aspecto, ya que tampoco había cambiado tanto. Pero el resultado se nota al ponerme de perfil. Durante los próximos meses me irán quitando las placas y los tornillos.
En resumidas cuentas, puedo afirmar lo siguiente:
mi experiencia con la clínica Professor Sailer ha sido muy positiva. Los efectos positivos de esta intervención en la vida privada y profesional son inmensos. En los tiempos que corren, la eficiencia y el aspecto físico desempeñan un papel decisivo. He consultado con muchos médicos y no he encontrado a ninguno tan competente y experimentado como el profesor Sailer.
Es una persona excelente, amable y muy empática.
Su mujer, la Dra. Erika Sailer, también es una persona muy agradable y competente. Me trató y me asesoró muy bien. La clínica y los procesos de la operación estuvieron marcados por la profesionalidad y por una buena estructuración. El personal, sobre todo la Sra. Tejic, me trató de maravilla. Recomiendo a todo el mundo que concierte al menos una cita de asesoramiento para poder hacerse una idea. Pueden ponerse en contacto conmigo a través de la clínica si tienen alguna pregunta concreta sobre la operación.
Muchas gracias a todo el equipo.
Diciembre de 2016, hija habla de la operación de su padre
Wafae El Otmani, Marruecos.
Mi familia y yo estuvimos un mes en Zúrich para que mi padre pudiera someterse a una intervención para acabar con su apnea del sueño. El profesor Sailer y su excelente equipo realizaron una operación de desplazamiento de los maxilares superior e inferior.
Siete meses antes de la operación, mi padre se sometió a una polisomnografía, porque siempre estaba cansado y roncaba por las noches. A raíz de eso, le diagnosticaron una apnea del sueño grave (índice de 45/hora).
Empezó una terapia con CPAP, pero no soportaba llevar la máscara por la noche. Cambió varias veces de dispositivo, pero eso no ayudó; simplemente, no toleraba la máscara. Incluso probó las férulas dentales y varias operaciones (reparación del tabique y extirpación de las úvulas), pero nada funcionó. Tenía tan poca energía que tuvo que cogerse una larga baja, ya no podía hacer deporte y empezó a sufrir depresiones y fobias.
Al final dimos con la página web de la clínica Professor Sailer y concertamos una cita para el chequeo. Nos recibieron con mucha amabilidad y el profesor Sailer me explicó todo lo que debía saber. La operación se produjo un mes después.
A mi padre le habían dicho que tendría que llevar la máscara durante el resto de su vida, pero ahora está completamente curado de su apnea del sueño y por fin puede conciliar un sueño reparador.
Queremos agradecer inmensamente a todo el equipo de la clínica Professor Sailer por el trato recibido. Esta operación ha curado a mi padre y ha mejorado su calidad de vida. Muchas gracias, profesor Sailer, le deseamos mucha salud y fuerza para poder seguir ayudando con su trabajo a las personas que lo necesitan.
Agradecimiento de un colega, diciembre de 2016
Estimado profesor:
Gracias a la formación que obtuve en Zúrich, me he convertido en un cirujano especializado en otorrinolaringología y articulaciones maxilares de gran prestigio en Corea. Le agradezco mucho su ayuda.
Les deseo a usted y a su esposa un feliz año 2017 y mucha salud para los años venideros.
Un cordial saludo
Soon Jung HWANG.
Soon Jung HWANG MD DDS
Professor, Dept. of Oral and Maxillofacial Surgery
Director, Center for Orthognathic surgery
Director, Maxillofacial Deformity Clinic
Seoul National University Dental Hospital
School of Dentistry, Seoul National University
28 Yeongeon-dong, Jongro-gu
Seúl, 110-768 Corea
Un año después de la operación
En octubre de 2016, Ben J. F., de Alemania, escribió lo siguiente:
A finales de 2015 me sometí a la operación «Rotation Advancement», porque debido a una insuficiencia respiratoria apenas podía dormir y no había manera de paliar el problema. La causa era que mi mandíbula tenía un déficit de crecimiento, lo cual generaba una estrechez en la faringe. La operación que me recomendó el profesor Sailer tenía como objetivo eliminar dicha estrechez sin cambiar mi mordida ni el aspecto de mi cara.
Me sometí a la operación a pesar de los riesgos, ya que la situación era insoportable y también acarreaba grandes riesgos: mi peso había alcanzado ya los 100 kg con una altura de 185 cm, siempre estaba cansado, los análisis de sangre daban cada vez peores resultados, sobre todo en lo referente al hígado y el colesterol. Además, en los últimos tres años, había sufrido dos amagos de trombosis. Mis condiciones físicas, en general, eran pésimas. ¡Con la operación, mis vías respiratorias se ampliaron de 4 mm a 15 mm y mis problemas respiratorios acabaron para siempre! En mi caso particular, la operación no fue una intervención pequeña, ya que también había que solucionar problemas en mis senos paranasales y en una muela del juicio. Por ello, tuve que tomarme un largo periodo de recuperación, y aproveché la ocasión para cambiar mi dieta. Solo cuatro meses después ya había perdido 20 kg y también desaparecieron muchos otros síntomas: estreñimiento, reflujo, inflamación crónica de los senos paranasales. Además, por primera vez en muchos años, los análisis de sangre dieron resultados normales. Vuelvo a estar lleno de energía, y eso se nota. Todo el mundo me lo dice. Me siento 20 años más joven y volvería a pasar por el quirófano sin pensármelo dos veces. ¡Muchísimas gracias al profesor Sailer y a su equipo!
Una paciente nos cuenta su experiencia antes y después de la operación de la apnea del sueño, realizada en agosto de 2016
Madeleine Bovet, Suiza
"Varios ataques de tos diarios, cansancio, agotamiento y graves trastornos del sueño: eso es lo que me llevó a buscar una solución médica en el año 2014.
Del médico de cabecera nos mandaron a distintos especialistas (gastroenterólogo, cardiólogo, neumólogo) y al final acabó en un centro del sueño, donde pasó una noche «cableado» por los especialistas, que diagnosticaron el trastorno de la apnea del sueño (TAS); los valores registrados dieron resultados pésimos y sin perspectivas de mejora, tal y como me aseguraron.
La única solución posible para mejorar mi calidad de vida y llevar una vida digna era utilizar una máscara de respiración asistida, que bombea aire a presión a mis órganos respiratorios para conseguir la oxigenación necesaria.
Como enfermera diplomada, en un principio confié en este diagnóstico y conviví con la incómoda máscara durante tres meses, sin notar ni la más mínima mejoría en mi salud; ¡de hecho, el neumólogo ya me había informado de que no se produciría mejoría alguna!
Después de una búsqueda intensiva en internet, di con un médico de prestigio internacional, que al parecer podía curar el TAS con una intervención quirúrgica. Esta solución me ilusionó mucho, por lo que concerté una primera cita a la que acudí con mi marido, para poder contar también con la opinión de una persona neutral.
Es increíble, pero cierto:
en muy poco tiempo, este profesor pudo diagnosticar todos mis problemas y explicarme cómo pueden resolverse en el quirófano para conseguir una curación duradera. Me alegré muchísimo de haber encontrado una solución que prometía ser exitosa, pero seguía mostrándome esceptica. Después, con el apoyo de mi marido, decidí someterme a la operación. Después de varias consultas, la intervención se preparó con seriedad y profesionalidad, y mi confianza en este «artista» de la medicina aumentó con cada consulta. Tampoco tuve la impresión de que el profesor me estuviera ocultando problemas ligados a la operación ni pintándolo todo del color de rosa, ya que abordó con sinceridad las «molestias» que acarrea la fase de recuperación postoperatoria.
Conforme a lo previsto, la operación se realizó el 29 de agosto de 2016.
Soporté muy bien la fase de recuperación que, como habían pronosticado, duró un mes. A partir del cuarto día ya no tenía ningún dolor, e incluso los tres días anteriores el dolor había sido bastante soportable.
A partir del segundo mes, tal y como me había indicado el profesor, empecé a comer de nuevo. (Durante el primer mes de la fase de recuperación solo pude consumir alimentos líquidos).
Y ahora hablemos de los resultados dos meses después:
- puedo dormir otra vez; de hecho, duermo como un lirón
- ya no ronco
- ya no toso
- respiro como una persona sana y tengo una oxigenación del 99%
- la operación no ha dejado ninguna marca externa
- me siento bien al 100%, tanto por el día como por la noche."
Para concluir este testimonio, quiero dar las gracias de todo corazón a «mi» profesor Hermann Sailer y a su magnífico equipo por esta excelente operación, y sobre todo porque ahora puedo volver a tener una vida saludable.
Testimonio de un paciente, noviembre de 2016
Señor D., de Aarau, Suiza
Un año y medio después de la operación puedo asegurar que no solo ya no padezco apnea del sueño, sino que mi vida ha cambiado por completo.
Por fin puedo dormir profundamente sin máscaras ni ronquidos.
Mi pareja ha vuelto a dormir conmigo, ya que antes dormía en otra habitación debido a mis ronquidos. He adelgazado mucho, por fin puedo practicar deporte sin quedarme sin aliento y estoy activo todo el día, sin ninguna muestra de cansancio.
Retrospectiva:
Mi pareja no soportaba mis ronquidos, que cada vez eran más fuertes, se trasladó a otra habitación y me pidió cita en el médico de cabecera, no solo para solucionar mis interrupciones respiratorias y mis ronquidos, sino también para ir a la raíz de mi constante cansancio. Me dormía en cualquier situación, no solo por la noche viendo la tele o por el día delante del ordenador, sino también conduciendo. Durante un viaje a casa desde Basilea hasta Aarau me dormí un momento, di con los neumáticos en el bordillo y, en el último instante, pude dar un volantazo; por suerte, salí ileso, con tan solo algunos daños en la chapa del coche. ¡No sé qué podría haber pasado si hubiera venido otro coche de frente!
Mi médico de cabecera me recomendó que me cosiera pelotas de tenis en el pijama para acabar con los ronquidos, pero cuando le hablé de mi cansancio, me mandó al neumólogo. Este me dio un «laboratorio del sueño casero» para que me lo llevara a casa y, al día siguiente, después de analizar los valores registrados, el médico me indicó que tenía que buscar un tratamiento urgentemente.
Se registraron 36 interrupciones respiratorias por hora, algunas de las cuales superaban los dos minutos. Como tratamiento, me recomendó someterme a pequeñas intervenciones en la faringe, pero me advirtió de que en mi caso no serían de gran ayuda. Me mandó al centro «Lungenliga», donde me ajustaron una máscara respiratoria, que tendría que llevar toda mi vida para dormir. Al principio probé la máscara más grande, pero me generaba pánico y claustrofobia. La cambié por distintos modelos más pequeños. Las máscaras y el tubo se deslizan constantemente durante el sueño. Por la mañana no me sentía nada descansado, de hecho estaba agotado, ya que me pasaba la noche intentando ajustarme la máscara. Estos dispositivos me resultaban insoportables y no podía conciliar el sueño con ellos. A eso hay que añadir que sentía como si el aire que respiraba fuera cada vez más «denso» y me veía obligado a respirar contra la corriente de aire.
Paralelamente, busqué en internet otras soluciones para mi problema y encontré la página del profesor Sailer. Le pregunté a mi neumólogo y me dijo que el tratamiento que describía era la solución perfecta para mí, pero estaba asociada a un gran gasto. Quería averiguarlo, ya que no me quedaban más opciones, excepto llevar aquella insoportable máscara, por lo que concerté una cita en la clínica del Profesor Sailer.
Estaba muy ilusionado, y después me sorprendió mucho el trato amable del profesor y cómo se abordó mi problema: con seriedad y todo lujo de detalles. En un principio me hicieron una radiografía, me hicieron muchas preguntas sobre mis síntomas y mi comportamiento durante el sueño, estudiaron los resultados del análisis del laboratorio del sueño y el mismo profesor Sailer me hizo un chequeo. Después, la Dra. Jacobsen me enseñó la radiografía de mis vías respiratorias y me la explicó. Aunque no tengo conocimientos médicos, enseguida me di cuenta de lo estrechas que eran y por fin entendí exactamente cuál era la causa de mis problemas y la necesidad de someterme a la operación de la apnea del sueño.
Tenía mucha confianza en la amplia experiencia del profesor Sailer, sobre todo después de consultar sus credenciales médicas y de poder hablar con otros pacientes que habían pasado por su quirófano.
También debo mencionar que mis datos de contacto están a disposición de otros pacientes para compartir experiencias.
Antes de la intervención, concerté otra cita para hacerme un molde dental y esta vez fui con mi pareja, cosa que le recomiendo a todo el mundo. De este modo, la pareja comprende mejor las dificultades del pasado y puede hacerse una idea clara de cómo va a ser el postoperatorio.
Aceptación de costes:
Obviamente, mi intención era que mi seguro médico me rembolsara los costes de la intervención. Le envié a mi asesor del seguro médico los documentos de mi médico de cabecera, la confirmación de la intolerancia a la máscara del centro «Lungenliga», que documentaba que había probado todas las máscaras posibles, los resultados del laboratorio del sueño del neumólogo y el certificado médico con las radiografías del profesor Sailer. Además, le expliqué en pocas palabras el trastorno que padecía.
Tres semanas después de haberle entregado a mi asesor todos los documentos médicos relevantes, me llegó la aceptación de costes.
La operación:
Un mes y medio después, me operaron.
Después de la intervención, cuando me desperté en la habitación, en un principio me sentía como si hubiera estado en el dentista. No tenía demasiadas molestias. Sin embargo, durante los dos días siguientes, me dieron analgésicos para paliar las molestias provocadas por la hinchazón y la dilatación de la mandíbula desplazada. El día anterior al alta, ya notaba una gran mejoría. A continuación, todo fue sobre ruedas. Semana a semana, me iba sintiendo más sano, y cuatro meses después ya pude empezar a comer carne; seis meses después ya había recuperado totalmente la dieta anterior a la operación. Uno de los efectos secundarios más positivos es que perdí 15 kilos justo después de la intervención. Antes pesaba 114 kg y a día de hoy ya estoy en 86 kg. Para conservar esa línea, he adaptado mi alimentación a mi nueva situación vital, ahora hago deporte, prescindo alegremente de subir en ascensor y llego al tercer piso en el que se sitúa mi nueva oficina sin perder el aliento. Por culpa del cansancio constante y la falta de concentración, mi anterior jefe me despidió. Ahora vuelvo a trabajar en un banco y, después de una restructuración de mi departamento, solo siguieron dos empleados. Uno de ellos soy yo, porque he tenido un rendimiento magnífico. Hace dos años, en el estado en que me encontraba, eso habría sido imposible. Hace medio año, durante mi fiesta de despedida con mis excompañeros de trabajo, bebí un poco de alcohol por primera vez y mi pareja me aseguró que no había escuchado ningún ronquido durante la noche. Todos mis excompañeros me confirmaron que tenía un aspecto más positivo, y no solo por la pérdida de peso. Yo mismo me gusto mucho más.
Echando la vista atrás, puedo asegurar que las molestias posteriores a la operación me han parecido muy breves, y entre tres y cuatro meses después ya me sentía de maravilla. No tiene nada que ver con cómo me sentía antes de la operación. No solo me he librado de la apnea del sueño y del cansancio y sus efectos secundarios, sino también de la perspectiva de pasar el resto de mi vida durmiendo con una máscara y del miedo a sufrir un derrame y tener que vivir con sus secuelas.
Estoy contentísimo de haber tomado esta decisión tan importante y de haber encontrado al profesor Sailer.
Informe del paciente un mes después de la operación, febrero 2016
Testimonio del señor Dubbert
Cuando en 2012 volví a casa con el nuevo aparato CPAP después de una sesión en el laboratorio del sueño, mi mujer y yo volvimos a estar bien. Un sueño tranquilo con oxígeno suficiente. Por la mañana estaba de nuevo descansado y con ganas de hacer cosas.
Pero unos 6 meses más tarde,
volvieron a aparecer poco a poco viejos y nuevos problemas. Un mayor número de resfriados; hace poco pasé medio año constantemente acatarrado. Por esta razón, me costaba mucho respirar a través de la máscara. Volví a visitar al otorrinolaringólogo, pero por desgracia no había nuevas soluciones disponibles. Según él, el método CPAP era el «estándar de oro», ¿qué más podía querer?
Después de investigar unas horas en Internet, descubrí información independiente. Diferentes grupos de ayuda comentan en sus foros. También me siguió dando la impresión de que no existía ninguna alternativa al CPAP.
Pero luego encontré schlafapnoe.com. Es una página del profesor Sailer de Zúrich. Allí leí por primera vez que el Síndrome de la Apnea Obstructiva del Sueño tenía cura.
Los resultados de una segunda sesión en el laboratorio del sueño evidenciaron la gravedad de la situación. Teníamos que actuar de inmediato.
Concertamos rápidamente una cita en Zúrich con el profesor Sailer. De forma agradable, competente y tranquila, el profesor me describió exactamente lo que tenía que hacer en mi caso. Esto fue posible el día de la examinación porque su clínica completamente equipada pudo llevar a cabo rápidamente todos las pruebas necesarias. Me mencionaron una serie de antiguos pacientes a los que podía preguntar por su opinión. Todo lo que vi y escuché me dio confianza y la certeza de que esta era la solución a mi problema de salud.
No obstante, después de una consulta preliminar, mi seguro médico privado rechazó de forma categórica asumir los costes. Me dijeron que lo consultara con mi otorrinolaringólogo y que le preguntara por su punto de vista.
Fui a una nueva consulta con un joven otorrinolaringólogo, bien informado, que me dio una perspectiva distinta. Este especialista también me confirmó la propuesta de tratamiento del profesor Sailer para mi caso particular. Me financié de forma privada para asumir el tratamiento y planeé tomar acciones legales posteriormente contra mi seguro privado.
El 21 de enero de 2016 me intervinieron en la clínica Sailer. Fue una operación compleja, en la que la mandíbula superior e inferior se separaron juntas del cráneo y se volvieron a fijar después de una rotación hacia delante. Duró una horas con anestesia general y se llevó a cabo por un equipo eficiente bajo la dirección del profesor Sailer. Sobre las 5 de la tarde pude ver a mi mujer, al despertarme de la anestesia. Una hora más tarde pude hablar brevemente con ella. Dos días más tarde, que pasé en el hospital, mi estado había mejorado tanto que los siguientes ocho días los pude pasar en un apartamento de alquiler cercano con los cuidados de mi mujer bajo el control de la clínica para aliviar las consecuencias de la operación, especialmente las inflamaciones. El décimo día después de la operación me retiraron los puntos en la clínica y me recetaron medicamentos y normas de comportamiento para las siguientes tres semanas.
Esas tres semanas las pasé con mi mujer en Palma de Mallorca. Gracias a los largos paseos, mucha tranquilidad y una alimentación adaptada, recuperé la salud necesaria para volver a trabajar. De camino a casa, estuvimos unas horas en la clínica Sailer y me retiraron los alambres.
Desde hace 3 días he vuelto al trabajo. Mi rendimiento ha mejorado claramente, ya que mi cerebro está recibiendo el oxígeno necesario y ahora me resulta mucho más fácil dedicar mi atención al trabajo que antes.
Como duermo bien y tranquilamente, es una alegría también para mi mujer, que ahora puede dormir mejor.
En resumen, podemos decir que esta operación en la clínica Sailer ha cambiado mi vida de forma muy positiva. Por esta razón, mi mujer y yo agradecemos de todo corazón al profesor Sailer, a su mujer y a su competente plantilla.
Con mucho gusto puedo informar a las personas que están decidiendo si se someten o no a la operación ».
Jörg Dubbert
Alemania, Gramkow, el 25 de febrero de 2016
Mis síntomas, mi diagnóstico y mi búsqueda de la cura.
Los primeros resultados tras unas semanas.
Testimonio del Sr. Gattermann, de Braunschweig
«Me llamo Klaus Gattermann, tengo 47 años, estoy casado, tengo dos hijos, trabajo como desarrollador de proyectos inmobiliarios autónomo, empleo a 15 trabajadores y vivo en Alemania, en la hermosa ciudad de Braunschweig, en la Baja Sajonia.
Situación antes de la operación
Hace unos 15 años, mi mujer me dijo por primera vez que roncaba fuerte e irregularmente. Lo acepté como algo normal, pero me enfadaba por los codazos de mi mujer, acompañados de un «¡Deja ya de roncar!». Cada vez me sentía más como si no hubiera dormido.
Con el paso de los años me iba acostando más tarde, normalmente entre las dos y las tres de la madrugada. También me di cuenta de que me sentía mejor durante el día con pocas horas de sueño que si hubiera dormido ocho horas. Y durante muchos años no dormí del tirón, sino que me levantaba muchas veces a orinar y siempre estaba sudado.
Hace cinco años me sometí a un análisis en un laboratorio del sueño. El resultado: una apnea del sueño grave con muchas interrupciones de la respiración por hora, que había reducido la oxigenación a un 45%, un nivel que puede resultar letal.
El tratamiento: un dispositivo CPAP o, mejor dicho, llevar una máscara de oxígeno por la noche hasta el fin de mis días.
Probé con un montón de fabricantes y máscaras distintas, ya que no me aclaraba con ninguna. Mi condición física durante el día empeoró considerablemente. Me dormía en la oficina, en reuniones, en el coche, por la noche frente al televisor; en realidad, en todas partes, lo cual la gente no acababa de comprender. Además, había perdido tanto la motivación que ya no practicaba deporte y el sobrepeso que ya tenía se agravó en unos cuantos kilos más. Hace tres años mi presión arterial subió hasta 280 sobre 180 (sí, lo han leído bien).
Las pastillas que me recetaron (seis al día) me ayudaron, pero debía seguir tomándolas toda la vida.
Era un círculo vicioso.
Cómo encontré la clínica, el primer contacto y el chequeo previo
Como todos los médicos solo conocían el tratamiento sintomático con dispositivos CPAP, y ninguno conocía una cura ni quería conocerla, empecé a buscar en internet. No tardé mucho en encontrar la página del profesor Sailer, la única que aborda este tema ampliamente. El resto (por cierto, tan solo cuatro) roza un poco el tema, pero solo ofrece una información detallada en una consulta en persona, y huelga decir que no muestran los resultados.
Después de informarme exhaustivamente en la página web del profesor Sailer, tuve una conversación informativa muy agradable con la Dra. Erika Schwob. Concertamos una cita para el chequeo previo en su clínica privada de Zúrich. Acudí a ella el 5 de junio de 2014 acompañado de mi mujer. Un recibimiento increíble, conversaciones sumamente interesantes y, por último, un chequeo exhaustivo. Nunca en mi vida me había sentido tan bien en el médico.
Este profesor, que por cierto posee ocho doctorados, no es un médico normal que se limita a hacer su trabajo; no, este hombre tiene una vocación. Ese mismo día decidí someterme a la intervención.
La operación y el postoperatorio
El jueves 3 de julio de 2014 llegué a Zúrich con mi mujer y por la tarde me sometí a chequeos en la clínica durante dos horas. Después comimos de maravilla en el Restaurant Sonnenberg (con unas excelentes vistas de Zúrich). La última vez que masticaba hasta cuarto o seis semanas después.
El viernes por la mañana, a las 7:30 horas, comenzó la operación de siete horas. Como era el mundial y Alemania jugaba contra Francia a las seis de la tarde, le pedí al anestesista que me diera una «dosis pequeña» de narcóticos.
La operación fue sobre ruedas. El anestesista tomó nota y pude ver el partido entero.
Dos días después salí de la clínica y me trasladé con mi mujer al hotel Quellenhof, en Tirol del Sur, para recuperarme. Como la cara se me hinchó y coloreó (azul, amarillo) y después de la operación te sientes agotado, unos días de descanso sientan muy bien. Por cierto, en ningún momento me dolió nada.
Diez días después viajamos de nuevo desde Tirol del Sur hasta Zúrich, para que el profesor Sailer me retirara todos los puntos (por supuesto, sin dolor). Ese mismo día nos fuimos a casa. Cinco días después, empecé a trabajar con normalidad. En un principio solo trabajo de oficina, ya que todavía tenía un poco de hinchazón. Pocos días después de la operación ya podía hablar por teléfono bien. Como la mandíbula no debe someterse a mucho esfuerzo durante las cuatro primeras semanas, estaba fijada con gomas. Es decir, solo beber y comer líquidos o purés. Pero eso no me supuso ningún problema; al contrario, ya que puedes aprovechar para adelgazar. Por cierto, yo bajé 15 kilos.
Cuatro semanas después de la operación, el profesor me retiró las fijaciones (naturalmente, sin dolor).
Entonces comenzó la fase de fortalecer los músculos masticando y abriendo la boca para dilatarla.
Esa fase dura unas seis semanas y es la más molesta, ya que la dilatación tira un poco. Eso fue todo.
Excelentes resultados
Fisionomía antes de la operación:
- Peso: 117 kg
- Oxigenación día/noche: 82%/45%
- Presión arterial: 280/180
- Ronquidos: muy fuertes
- Sueño: sin sueño profundo
- Micción durante la noche: varias veces
- Cansancio durante el día: varias cabezaditas
- Energía: casi nada
Fisionomía tras la operación
- Peso: 98 kg
- Oxigenación día/noche: 98%/93%
- Presión arterial: (sin pastillas) 120/80
- Ronquidos: solucionados
- Sueño: profundo durante 6-8 horas.
- Micción durante la noche: una vez
- Cansancio durante el día: solucionado
- Energía: de sobra
Agradecimiento
Estimado profesor Sailer, estimada Dra. Erika, estimado equipo de la clínica: muchísimas gracias por su amable acogimiento en la clínica, durante la operación y después de ella. El mundo necesita más personas como ustedes.
A usted, estimado profesor, le agradezco la curación y la nueva vida que me ha dado.
Le deseo de todo corazón una vida larga y saludable, ya que es una persona excelente y espero que pueda seguir ayudando a muchas más personas.
Profundamente agradecido,
Klaus Gattermann»
Después de la operación de la apnea del sueño, diciembre 2015
Sr. M. Bujara, Alemania, véase fotografía
Mis síntomas y la búsqueda de claridad
«Hace aprox. 2 años, mi pareja se dio cuenta por primera vez de que por la noche (además de mis habituales ronquidos) también se me interrumpía a menudo y durante lago tiempo la respiración. Por desgracia, al principio ignoraba este problema. Desconocía que se trataba de una apnea del sueño mortal.
Un gran problema era el cansancio constante y los peligrosos sueños breves al volante. Me preguntaba por qué tenía que levantarme para ir al baño cada noche 4 o 5 veces y por qué siempre estaba bañado en sudor, incluso en una habitación fría en invierno. Solo más tarde descubrí que todos estos síntomas eran signos de la apnea del sueño.
Laboratorio del sueño, primeros reconocimientos médicos y consultas decepcionantes
Mi pareja me presionó para que me pusiera en contacto hace medio año con el laboratorio del sueño de la Clínica Universitaria de Erlangen. Allí descubrieron que padezco una grave apnea del sueño. Según las medidas que me tomaron allí, durante la noche mi sueño se interrumpía hasta 72 veces por hora. El médico que me estaba tratando me informó que no existía ningún método de operación para mi caso. El único tratamiento posible sería usar para el resto de mi vida la máscara de alta presión CPAP. Afortunadamente, esta información era errónea. Con los conocimientos de los que dispongo ahora, me pregunto por qué en el laboratorio del sueño de la Clínica Universitaria de Erlangen no me hablaron del innovador método quirúrgico de la clínica Sailer. Me resulta difícil de creer que no lo conocieran allí. ¿O me ocultaron de forma deliberada esta información vital? No quiero insinuar nada sobre los médicos del laboratorio del sueño de la Clínica Universitaria de Erlangen, pero su consulta fue una gran decepción para mí.
Incompatibilidades de la máscara de respiración CPAP
Utilicé la máscara de alta presión CPAP durante 30 días. A mí no me sirvió. No hubo ninguna noche que la llevara completamente bien. Mi pareja vio que casi todas las noches me arrancaba la máscara de la cara por ataques de asfixia y de pánico. Parece que esto ocurría cuando estaba medio dormido, ya que en general no me acordaba de nada. Y también sufría efectos secundarios, como flatulencias constantes y dolores de estómago después de llevar la máscara.
La búsqueda desesperada de otros métodos de tratamiento
Cuando supe que era intolerante a la máscara de alta presión CPAP, me sentí muy desesperado. Con 72 pausas de respiración por hora, sin la posibilidad de evitarlas, mi esperanza de vida no era muy elevada. Pero como el destino me tenía reservado algo bueno, después de investigar un poco en Internet, encontré un anuncio de la «Clínica Sailer». En su página web presentaban un método quirúrgico que afirmaban curaba la apnea del sueño para siempre. Como mis médicos en Erlangen me dijeron que no existía ningún método operatorio adecuado para mí , al principio me mostré muy escéptico. Hoy en día sé que todo lo que aparece en la página de la «Clínica Sailer» es 100 % real (aunque parezca demasiado bonito para ser cierto).
Y sí que existe una cura
Cuando descubrí que el profesor Sailer podía curar de verdad mi enfermedad de la apnea del sueño, también investigué otras alternativas. Rápidamente me di cuenta de que esta técnica quirúrgica solo se lleva a cabo en la «Clínica Sailer». Así que solicité una cita para una consulta inicial. El profesor Sailer me dedicó mucho tiempo y me explico la causa de la apnea del sueño y el proceso de la operación de forma calmada y comprensible. Se ganó mi confianza inmediatamente gracias a su amabilidad y mis dudas se disiparon.
El mismo día concerté mi operación, que ha resultado ser la mejor decisión de mi vida.
La operación
Al despertarme después de la operación estaba algo derrotado y cansado, me sentía «como un boxeador después del 12.º asalto». Mi rostro también estaba bastante inflamado. Teniendo en cuenta que fue una operación de la apnea del sueño completa y exitosa, esto fue solo una pequeña incomodidad que pronto olvidé.
Me sorprendió constatar que después de la operación no sufría ningún dolor. Solo notaba un dolor tirante que desapareció al cabo de unos pocos días.
Mi vida después (dos meses)
Duermo mejor que nunca. Duermo 7 horas del tirón y me despierto repuesto y descansado. Esto hubiese sido inconcebible antes de la operación.
Mi pareja
Evidentemente está muy contenta por mí. Puede ver lo bien que estoy y como ya no ronco, todo es mucho más agradable para ambos.
Mi calidad de vida ha mejorado muchísimo. Me siento en forma en todos los sentidos y ahora puedo respirar de maravilla. Todos los síntomas de la apnea del sueño han desaparecido para siempre. Mi pareja también se ha dado cuenta de que las antiguas interrupciones de la respiración por la noche han desaparecido completamente. En pocas palabras: me siento como si hubiese vuelto a nacer y por ello le estaré agradecido de por vida al profesor Sailer y a su equipo».
Resultados a largo plazo, después de 12 años, enero de 2016
Carta de Heinz Nipp, de Alemania
«Estimado profesor Sailer:
Ya han pasado 12 años desde mi operación de la apnea del sueño. Le agradezco de veras haberme asesorado y operado tan bien. Un nuevo
Las ganas de vivir y una gran calidad de vida me acompañan desde hace 12 años. Tal y como usted predijo, mis órganos internos disponen de más oxígeno y trabajan de maravilla.
Tuve una discusión detallada con mi seguro médico (privado) y se hicieron cargo de todos los costes.
Estimado profesor: muchísimas gracias por darme ánimos y por la exitosa operación. Le deseo lo mejor y mucha salud.
Espero que otros pacientes puedan disfrutar de su amplia experiencia.
Un saludo,
Heinz Nipp»
Entrevista a pacientes, mayo 2015
La señora Freudenstein, de Alemania, tres meses después de la intervención de la apnea del sueño
¿Qué tal se encuentra hoy, unos pocos meses tras la operación?
«Me siento en forma, descansada y motivada. Vuelvo a disfrutar en el trabajo. Ahora, 3 meses tras la operación, mi mandíbula ha recuperado su total resistencia. Solo tengo que volver a acostumbrar a la musculatura a masticar después de las semanas de descanso. Desde la operación no tengo migrañas. Ya no tengo que tomar las pastillas para la tensión arterial. Mi estado general ha mejorado muchísimo, también debido a que en la operación perdí 8 kg».
¿Cómo ha cambiado su conducta del sueño después de la intervención? ¿Ronquidos, descanso nocturno, cansancio?
«Mi marido puede confirmarle que los ronquidos han desaparecido completamente. Antes de la intervención roncaba en cualquier parte y a menudo me despertaba por ello. Para mi esposo y para mí era una pesada carga. Desde la operación duermo sin problemas por las noches y me levanto descansada. El cansancio durante el día que he sufrido durante años ha desaparecido. Mi calidad de vida ha mejorado completamente».
¿Cómo describiría el cambio fisionómico de su cara y como han reaccionado las personas de su entorno?
«Mi aspecto ha mejorado considerablemente. Mi papada ha desaparecido. Ahora tengo un aspecto más joven. Mucha gente de mi entorno me ha felicitado».
¿Cómo reaccionó su marido (antes/después) a su decisión?
«Mi marido me apoyó completamente antes y después de la operación. Desde nuestra primera visita en la clínica, tanto él como yo confiamos plenamente en el profesor Sailer y en su equipo. Mi marido me acompañó a la operación. Estuvimos juntos 14 días cerca de la clínica y después de retirar los puntos volvimos a casa. Viene conmigo a todas las sesiones de atención postoperatoria a Zúrich. Mi marido está feliz con la mejora de mi estado de salud y con que reciba el oxígeno suficiente».
¿Otros médicos le informaron sobre el tratamiento curativo de la apnea del sueño?
«No, no me informaron sobre ningún tratamiento curativo. Solamente una máscara para dormir que llevé durante dos años y medio, pero con la que no me sentía a gusto».
¿Cómo descubrió al profesor Sailer?
«A través de Internet».
¿Cuál fue su impresión después de los primeros análisis del profesor Sailer?
«Sentí que el profesor Sailer sabía exactamente lo que hacía. Que tenía la condición de curarme la apnea del sueño».
¿Qué le convenció someterse a esta intervención?
«La conversación en la clínica me convenció de ello. Allí me aseguraron de que existe una solución 100 % efectiva a mi problema de la apnea del sueño. Además, tuve la oportunidad de hablar con pacientes que ya habían pasado por esta operación».
¿Cómo reaccionaron su marido, sus amigos o su médico de familia cuando les comunicó que iba a someterse a una operación de la apnea del sueño?
«Mi marido lo entendió perfectamente, por lo que antes he comentado. Mis amigos eran un poco escépticos, pero entendían que no quería seguir viviendo con la máscara para dormir. Mi médico de familia me felicitó por la decisión».
¿Sentía dolor después de la operación?
«No. Incluso cuando me quitaron los puntos y los hilos tampoco me hicieron daño».
¿Qué molestias sentía después de la operación y durante cuánto tiempo?
«La inflamación después de la operación era bastante grande. Me costó un poco comer y beber los primeros días tras la operación. Pero me acostumbré en seguida. 4 semanas después de la operación, la inflamación había remitido lo suficiente y pude volver a trabajar.
Al principio me costaba un poco hablar. Ahora también, 3 meses tras la operación, siento una ligera tensión en la mandíbula, pero va mejorando cada día».
¿Cuándo pudo volver a casa?
Estuve tres días en la clínica y luego fui a un apartamento de vacaciones cercano con mi marido. Allí nos quedamos hasta que me quitaron los puntos, para poder ahorrarnos otro viaje largo. 12 días después de la operación volvimos a casa».
¿Volvería a someterse a la intervención?
«Sí, claro.»
¿Cuál es el consejo más importante que daría a otros pacientes que están en el preoperatorio?
«Confíe en el profesor Sailer y en su equipo y no espere a operarse».
Un paciente desesperado ruega la aceptación de costes a su seguro médico, abril de 2016
Suiza
Diagnóstico del laboratorio del sueño
«Estimado profesor Sailer:
Antes que nada, quisiera agradecerle de todo corazón que me haya aportado una solución. Con la determinación del diagnóstico en el laboratorio del sueño, durante los últimos días he estado pensando mucho.
He estado consultando muchas publicaciones sobre el tema de la apnea del sueño. Tanto sobre las causas como sobre los posibles tratamientos. Al leer sobre algunas prácticas, no podía sino negar con la cabeza y preguntarme si es estupidez o ignorancia lo que adolecen muchos especialistas. Cuando leo que abren y raspan el paladar, la nariz e incluso la base de la lengua, me pregunto si estas personas tienen en cuenta la salud de las personas o simplemente quieren sacar provecho.
Usted, con sus explicaciones, me ha dejado claro que si existe una disgnatia, no tiene ningún sentido abrir por la parte superior, ya que es evidente que la causa es más profunda. Nadie con dos dedos de frente buscaría en el tejado la solución de un taponamiento en el sótano.
Cansancio constante
Por lo demás, he tenido mucho tiempo para preguntarme desde cuándo padezco apnea del sueño y siempre me remonto a mi juventud. A los 20 años participé en un intercambio escolar y recuerdo que allí también sentía una cansancio permanente.
Desde que tengo uso de razón siempre he estado cansado, me duermo en cualquier momento (excepto por la noche, en la cama), me cuesta concentrarme en algo durante mucho tiempo, estoy totalmente desmotivado y sin ganas de hacer nada y dejo de hacer cosas aunque sean importantes y no hacerlas pueda traer consecuencias.
La gente que me rodea siempre dice que soy perezoso y cómodo y que siempre estoy dormido. Siempre he notado que había algo extraño en mí, que no gozaba de mucha salud y que no tenía tanta energía como el resto de la gente.
Máscara CPAP, intolerancias
El lunes de la semana pasada me dieron el dispositivo CPAP. Solo con el ajuste de la máscara, que cubre toda la cara, me sentía mal, pero quería dejarme llevar, ya que me prometían una mejora inmediata.
El lunes por la noche me puse la máscara, comprobé que estaba bien ajustada y bien tapada. Intenté conciliar el sueño. Cada vez que cambiaba de posición, al quedarme dormido me despertaba de nuevo, ya que siempre había algo que me tiraba o, al ponerme de lado, se salía el aire de la máscara. El aire de la máscara me soplaba en los ojos y me la ajustaba, pero con eso no conseguía mucho, ya que al parecer doy muchas vueltas en la cama y siempre acabo acostado encima de la máscara. Esa noche me desperté muchas veces, no sé si por eso o porque me entraba tos, ya que la máscara te hace sentir angustiado, como si fueras a asfixiarte. Me despertaba muchas veces con pánico y me quitaba la máscara para poder respirar bien, y me sentía fatal, porque mi novia se despertaba cuando notaba que me asfixiaba para ver cómo estaba. Aún así, decidí seguir llevándola. La nariz se me hinchó y tenía que respirar por la boca, lo cual resulta complicado, ya que la máscara dificulta tener la boca abierta. A la mañana siguiente, muy temprano, creo que a las cinco o a las seis, tuve que levantarme y quitarme por fin la máscara. Tenía la boca muy seca, los ojos ligeramente enrojecidos y pegados y tenía una marca roja en la boca y la nariz. El caso es que aquella primera noche fue horrorosa. La noche siguiente transcurrió de forma similar y acabé quitándome la máscara. La noche siguiente volví a despertarme asfixiado y con pánico y me quité la máscara varias veces, y a la noche siguiente igual. Después intenté ver si podía dormir con la máscara estando muy cansado, por lo que me acosté a las tres de la madrugada, me puse la máscara e intenté dormir. Pero debido al pánico, las náuseas y la falta de aliento (la máscara no aguanta una respiración rápida, por lo que te entra miedo de asfixiarte), puse fin a este experimento, y hoy devolveré la máscara.
Necesito la aceptación de costes
Esto es lo que quiero trasladar a mi aseguradora, y pedirles que acepten los costes. Creo que la operación es la única solución para liberarme para siempre y experimentar una vida totalmente nueva cuando estoy despierto. Mi única esperanza consiste en eso, ya que sin una aceptación de costes nunca podré someterme a esta intervención quirúrgica tan importante».
Entrevista a pacientes, febrero 2014
El señor W., de Alemania, respondió a nuestras preguntas tres meses después de la operación
1. ¿Por qué decidió someterse a una operación de la apnea del sueño?
«Porque solo te puedes curar si te operas y te mejora la calidad de vida muchísimo y de forma duradera».
2. ¿Cómo descubrió al profesor Sailer?
«A través de Internet».
3. ¿Qué le hizo confiar en el profesor Sailer?
«Es una persona muy tranquila y competente y supo responder ampliamente y con espontaneidad a todas mis preguntas, lo que evidencia su larga experiencia. Me dio la impresión de que hace exactamente lo que dice. Mejor imposible...».
4. ¿Cuáles eran sus mayores inquietudes y preocupaciones antes de la operación?
«Si el resultado de la operación duraría para siempre».
5. ¿Su médico de familia u otro médico le ayudó a tomar la decisión?
«La verdad es que no. Mi odontólogo no me lo recomendó, ya que me dijo que era más probable que surgieran complicaciones que el tratamiento tuviera éxito y que la intervención era extremadamente cara (su comentario fue: «un riñón cuesta aprox. 60 000 €»). Sin embargo, admitió que no poseía la destreza para llevar a cabo una intervención de la apnea del sueño, porque no tenía experiencia en ese ámbito. El neumólogo estaba bastante satisfecho por los resultados de la terapia con la máscara CPAP en la cita de seguimiento que tuve con él. Me comentó que en un futuro cercano podrían existir alternativas al aparato CPAP».
6. ¿Se sentía nervioso antes de la operación? ¿Y por qué?
«No».
7. ¿Cómo se sintió cuando se despertó después de la operación, el día siguiente, dos y tres días después?
«Aturdido por la anestesia, pero físicamente bien, aunque algo inflamado».
8. ¿Sentía dolor o molestias? ¿De qué tipo y duración?
«La verdad es que no. No fue muy agradable cuando me quitaron los puntos, pero no sentí ningún dolor duradero. La dilatación de la musculatura maxilar me dolió un poco».
9. ¿Cómo ha cambiado su conducta del sueño después de la intervención? ¿Directamente después de la operación y durante las siguientes semanas?
«Desde el momento que terminó la intervención, duermo perfectamente».
10. ¿De qué forma han cambiado sus otros problemas de salud? ¿Presión arterial, diabetes, pérdida de peso?
«Como comí poco, perdí peso. Pero, por lo demás, ninguna molestia».
11. ¿Ha notado alguna diferencia en su nivel de rendimiento físico? ¿En qué momento después de la operación? ¿De qué forma? ¿Cómo se sentía antes de la operación?
«Personalmente siento que respiro de forma diferente, mejor. Además, por la mañana estoy descansado y preparado para el día. Se acabó el cansancio durante el día y la fatiga».
12. ¿Qué sintió cuando se vio en el espejo los primeros días tras la operación?
«Algo deforme, debido al hinchazón».
13. ¿Las personas de su entorno han reaccionado a su nueva apariencia?
Mi madre estaba horrorizada porque «su hijo» había desaparecido. La mayoría de mis amigos y conocidos me dijeron que tenía un aspecto totalmente diferente... más destacado. Las personas que antes no me conocían piensan que tengo un buen aspecto».
14. ¿Qué tal se encuentra mentalmente tras la operación? ¿Qué tal su concentración y memorización?
«Ninguna diferencia notable en cuanto a la memorización. Me concentro bastante más, sobre todo por la tarde».
15. ¿Qué siente ahora, aprox. 3 meses después de la operación?
«Aún no se ha acabado del todo, pero seguro que después de quitar las tuercas maxilares, etc. me sentiré perfectamente. Uno se acostumbra muy rápido a dormir muy bien, que era precisamente el objetivo de la operación. Para el resto, tengo la paciencia necesaria».
16. ¿De qué forma ha cambiado su estado físico, los ronquidos, la calidad del sueño y la actividad diaria?
«El cambio es notable. Ya no ronco, me encuentro en forma, descansado y eficiente durante todo el día, y no solo por la mañana, como antes. He recuperado las ganas de hacer cosas y siento que estoy completamente recuperado».
17. ¿Cómo fue el cuidado clínico durante la estancia y también después del tratamiento? ¿Cuidaron bien de usted?
«Genial».
18. ¿Cuál es el consejo más importante que daría a otros pacientes después de la operación?
«Se necesita paciencia y disciplina después de una operación de la apnea del sueño».
19. En su opinión, ¿qué podrían hacer el profesor Sailer y sus empleados para mejorar su experiencia y resultados?
«No se me ocurre nada. Cuentan con una amplia experiencia y resultados y por eso decidí someterme a la operación».
20. ¿Volvería a someterse a la intervención?
«Sí, sin ninguna duda, porque la mejora de la calidad de vida es excepcional».
Resultados a largo plazo del paciente C. B., de Alemania
«Estimado profesor Sailer:
Desde mi intervención de la mandíbula ya han pasado cinco años. Este tiempo ha estado marcado por una calidad de vida que ha mejorado enormemente y no ha pasado un solo día que no haya agradecido el resultado de su trabajo. Por las mañanas me siento mucho más en forma que antes y por el día me siento más concentrado y relajado. Me gustaría volver a agradecerle su extraordinario trabajo de todo corazón. Un saludo,
Christian B.»
Intercambio de experiencias entre dos pacientes
«Estimado Urs Fäh: Se ha sometido a una operación y tengo algunas preguntas. Sufro desde hace años apnea del sueño con todos sus efectos secundarios. Como no me siento a gusto con la máscara de dormir, me gustaría operarme.
1. ¿Cuándo se sometió a la intervención?
2. ¿Sentía dolor?
3. ¿La operación y el proceso curativo tuvieron lugar tal y como se describen en el folleto?
4. ¿Padecía usted hipertensión? ¿Y ha desaparecido?
4. ¿Ahora duerme del tirón por la noche?
5. ¿Cómo se siente después de levantarse y durante el día?
6. ¿Se siente tan fuerte como antes?
7. ¿Cómo han reaccionado las personas de su entorno a su cambio de rostro?
Muchas gracias por adelantado».
Respuesta de Urs Fäh, 65 años, Suiza
«Estimado señor G.
Antes de nada, felicidades por su decisión. Responderé con mucho gusto a sus preguntas. Tras leer en foros de afectados que vivían con una máscara, fue fácil decidir. No tenía por qué estar sufriendo con una máscara por la noche.
Hace dos años (a finales de junio de 2012), el profesor Sailer me corrigió el problema que sufro desde mi nacimiento. Inmediatamente después de despertar de la anestesia pude respirar con libertad por primera vez en mi vida, como si hubiese vuelto a nacer. No sentía ningún dolor, así que no me tomé los analgésicos que me ofrecieron. 5 días después volví a casa y una semana después pude dar un paseo de 3 horas, sin ningún problema en absoluto. Unas 4 semanas después de la operación pude volver a tomar alimentos sólidos. Hasta entonces mi mujer cuidó de mí, pasando los platos normales por la licuadora; con la ayuda de una pajita pude tomarme el «menú», como si fuera una sopa, para no tener que renunciar a la comida habitual.
Hipertensión arterial no tuve, a pesar de 20 interrupciones de hasta un minuto por hora (laboratorio de sueño), ya que tengo asma desde que soy pequeño y tenía una elevada presión sanguínea. Desde que me desperté de la anestesia, los trastornos del sueño debidos a la apnea, son por fin cosa del pasado. La apnea ha desaparecido. Cuando me despierto por la mañana solo tengo un deseo: ¡A levantarse de la cama y a vivir el día! Mi resistencia después de la operación no se puede comparar con antes (a pesar de tener 64 años).
Las reacciones de las demás personas fueron más o menos perceptibles para mí, porque me dijeron de forma abierta y espontánea que no se podían creer el resultado de la operación.
Evidentemente, mi aspecto ha cambiado algo, pero de forma positiva (según las reacciones de la gente).
Lo único negativo hubiese sido no llevar a cabo la operación. Pero confié desde el principio en el profesor Sailer. Con diferencia es el mayor experto en este ámbito. Asimismo, se involucra de forma generosa en la organización «Cleft-Children», que él también fundó.
Le deseo el mismo «renacer» que viví yo.
Atentamente,
Urs Fäh»
Preguntas de una paciente sobre la experiencia de otra paciente que ha se ha curado
La señora Joss, de Suiza,véase la foto
«Estimada señora Joss:
Me pongo en contacto con usted en relación con la operación «Rotation Advancement» del profesor Sailer. Tengo que someterme a esta intervención debido a la apnea del sueño que sufro y me gustaría conocer cómo vivió la operación».
¿Qué tal está?
«Estoy muy bien».
¿Y justo después de la operación?
«Justo después de la operación pasas un periodo breve de tiempo en el hospital y te cuidan muy bien. Dolor no tuve nunca.»
¿Y la fase de curación?
«Me fue muy bien. Todo se curó bien. Tomaba líquidos con una pajita y para comer cocinaba mucho la comida para que pudiera convertirla en una pasta con el tenedor».
¿Cuánto tiempo tardó en desaparecer la inflamación?
«Pues 4 semanas más tarde volví a trabajar y ya apenas se notaba nada».
¿Cuánto tiempo tardan en apreciarse los resultados finales? ¿Qué aspecto tiene? ¿Es diferente a como era antes?
«Todo fue visible muy rápidamente, ya que también arreglaron mi nariz. Aunque esto no tenía nada que ver con la operación de la apnea».
¿Hace cuánto tiempo se sometió a la operación?
Me operaron el 22 de diciembre de 2011 y me encuentro muy bien. No más interrupciones de la respiración, me siento mucho más en forma y he dejado incluso de fumar».
¿Cómo lleva la comida? ¿Siente dolor?
«Cuando después de 6 semanas pude volver a comer lo que quisiera, al principio noté una sensación extraña.
Al principio me costaba mucho morder completamente bien. Pero era más el miedo de que pudiera ocurrir algo. A pesar de que el profesor Sailer me «ordenó» que volviera a morder con normalidad.
Estimada señora W.: si desea someterse a la operación, le puedo asegurar que está en las mejores manos. El profesor Sailer no es solo un gran médico, sino también una increíble persona. Me he sentido muy a gusto en cada revisión. Lo único desagradable es cuando el profesor te retira los puntos. Pero pronto termina.
Espero que mis respuestas le hayan ayudado. En caso contrario, vuelva a escribirme y estaré encantada de informarle de la mejor forma posible.
Atentamente, Elsbeth Joss»
Informe del paciente, señor Ziegler
Sr. Jost Ziegler, de Suiza
¿Cómo descubrió que padecía apnea del sueño?
«Por la mañana nunca me sentía descansado. Cuando practicaba cualquier deporte como correr, nadar, yoga, etc. siempre respiraba muy alto y fuerte y me quedaba sin aliento».
¿Cómo descubrió al profesor Sailer?
«En el suplemento de mi periódico dominical».
¿Ya había realizado tratamientos de la apnea del sueño antes de decidirse por la operación «Rotation Advancement»?
«Utilizo desde hace doce años un aparato CPAP».
¿Este tratamiento le ha ayudado a reducir sus síntomas?
«La máscara hacía un ruido muy fuerte que no nos dejaba dormir bien ni a mi mujer ni a mí. Además, tenía que ceñirme la máscara a la cara y por la mañana a menudo tenía marcas de presión que duraban hasta cuatro horas y que desaparecían muy despacio después de un masaje o una ducha de agua fría y caliente. Incluso hoy en algunas zonas de presión me quedan pequeñas venitas visibles. Estoy convencido de que mi dolor de hombros también se debía al aire de escape del aparato de sobrepresión, ya que ahora que no llevo la máscara ha desaparecido completamente».
¿Cuál fue su primera impresión después de la primera consulta con el profesor Sailer?
«Confianza instantánea en el profesor Sailer».
¿Cómo se sintió el día después de la operación?
«Algo incómodo. Recién operado. Pero no sentía ningún dolor».
Después de unas pocas semanas o meses, ¿qué diferencias notó respecto a la calidad del sueño, la actividad, el cansancio durante el día, la hipertensión, el peso corporal y otras molestias?
«Antes sufría problemas de concentración de vez en cuando y mi mujer se dio cuenta de que cada vez se me olvidaban más cosas. Esto ahora ha mejorado considerablemente. Ya no me siento cansado durante el día y respiro de forma normal, sin esforzarme cuando realizo actividades deportivas. Siento una elevada vitalidad física».
¿Sintió que el profesor Sailer y su equipo cuidaron de usted bien y de forma profesional?
«Sí, muy bien, de hecho».
¿Durante cuánto tiempo tuvo que quedarse en Zúrich para el tratamiento?
«La operación tuvo lugar un miércoles. El sábado siguiente ya estaba en casa dando un paseo por la tarde con mi mujer y mi perro. Unos días más tarde pasamos 2 horas enteras en el bosque. Por seguridad y para andar con cuidado estábamos en constante comunicación con el profesor Sailer».
¿Ha cambiadosu aspecto?
«Sí, de forma positiva».
¿Cuáles son para usted los tres mejores resultados?
«Vías respiratorias libres, sin dolor de cabeza, menos despistado».
¿Su compañía de seguros pagó de forma parcial o completa los gastos del tratamiento?
«Mi seguro privado Helsana no pagó ni un céntimo».
Ahora, con su experiencia, ¿volvería a someterse a la operación?
«Sí, 20 años antes».
Informe del paciente, señor H. Müller, Zúrich
«Fue increíble. El 12 de enero me operaron. Desde el 17 de enero estoy en casa y me estoy recuperando como lo esperaba y prácticamente sin dolor. Los efectos positivos de la operación de la apnea se pudieron notar rápidamente. Qué milagro de la medicina. Perfectamente dirigida por el profesor Sailer. Después de meses de consideraciones y consultas, decidí someterme a la operación de mandíbula. El cansancio durante el día, el mal descanso y los ronquidos fueron determinantes. Después de las pruebas, descubrí que tenía una falta de oxígeno en la sangre, muchas interrupciones del sueño por hora, riesgo de derrame e infarto. Era necesario operarme. No podría estar más agradecido al profesor Sailer. Su contagiosa cordialidad se une a su elevada competencia, su enorme creatividad y motivación. En todo momento me sentí muy bien cuidado, por él y por su superequipo.
Le deseo lo mejor al profesor Sailer.
H. Müller»
10 semanas después de la intervención quirúrgica de la apnea del sueño, escribió el señor H. Müller:
«Ya han pasado 10 semanas desde la operación. He tenido una buena convalecencia y me he recuperado muy bien. Trabajo con total normalidad desde hace 6 semanas. La calidad del sueño ha mejorado muchísimo. No tengo el sueño agitado ni me despierto completamente sudado en medio de la noche. Por la mañana me siento despierto y descansado, nada «perezoso». Incluso sin echarme la siesta no me siento cansado durante el día. Cuando tengo que recorrer largas distancias en mi coche, ya no estoy tan cansado como para tener miedo de quedarme dormido. Y lo más importante: los valores de mi presión arterial han descendido sin ninguna medicación. Los valores, que varían entre 118-135 (sistólica) y 66-84 (diastólica), están dentro del margen deseado. Mi pulso en reposo, de 45 – 55, es tan bajo como el de un atleta. Y casi se me había olvidado: los ronquidos ya no suponen un problema. En general me siento mucho mejor.
H. Müller»
3 años después de la operación, escribió H. Müller:
«La pregunta de qué tal estoy 3 años después de la operación en enero de 2011 la puedo responder muy fácilmente. Excelente y mejor que nunca, como si hubiera vuelto a nacer. Si nos ponemos a considerar punto por punto, la lógica de la «Rotation Advancement» del profesor H. Sailer es completamente comprensible y no hay que tener miedo.
Dormir: por fin duermo bien. 5-6 horas sin interrupciones no es una excepción, sino la regla. Por la mañana me siento en forma y descansado, no me levanto sudoroso por la noche; mi rendimiento ha aumentado de forma evidente a todos los niveles. Se acabó el miedo a quedarse brevemente dormido al volante. Por la noche vuelvo a sentirme naturalmente cansado, lo que me permite dormir bien.
Bronquitis: esta enfermedad que me ha estado torturando constantemente hasta, en ocasiones, 4 meses seguidos, ha desaparecido. Se acabaron las molestas flemas por la mañana.
Deporte: salgo a menudo a andar en bicicleta y practico «spinning». En este deporte de alto rendimiento se necesita mucho aire y ahora tengo el suficiente. Los calambres en la pantorrilla ya no suponen un problema.
Presión sanguínea: ahora puedo vivir sin medicación para la presión. Los controles regulares que me hago suelen mostrar un valor superior de entre 120 y 140 y un valor inferior de entre 65 y 85. Llama la atención que la nariz no me sangra desde la operación.
Lo trágico: mi seguro se resistió a hacerse cargo de los gastos. Prefieren pagar los gastos de un infarto que de una prevención, que sería 5 veces más barato.
¿Ronquidos?La famosa punta del iceberg de todos los males ya no supone un problema.
Muchísimas gracias al profesor Sailer y a todo su equipo.
H. Müller»
Diversos informes de pacientes
Tenía que dormir en la cocina
Mi mujer y mi hija me confinaron en la cocina porque roncaba muy fuerte. Al principio dormí en el sofá del salón, pero el dormitorio está justo al lado y roncaba demasiado fuerte. Dormía en el suelo de la cocina, en un colchón. Me sentía completamente agotado y decaído todos los días, como si no hubiera dormido nada. Por la noche solía dormirme en frente de la televisión. Mi mujer me despertaba y me llevaba a la cocina. Así, al menos ella y mi hija de 16 años podían dormir».
Mi hijo pensaba que era un extraterrestre.
«Cuando me puse la máscara por primera vez, fue una noche de tormenta de verano. Había truenos y relámpagos. De repente, se abrió la puerta y mi hijo esperaba asustado en la puerta. Me levanté y quería tranquilizarle, decirle que era solo una tormenta y que no iba a pasar nada. Cuando me vio, empezó a gritar de miedo y le caían lágrimas por las mejillas. Me arranqué la máscara de respiración y le cogí por los brazos. Llorando, farfulló: Un extraterrestre, pensaba que eras un extraterrestre... Papá, ¿por qué tienes que ponerte esta cosa rara? Desde entonces, mi hijo me mira asustado cuando llego a casa».
Llamada de emergencia debido a la máscara.
«Ocurrió en uno mis habituales viajes de negocios. Debido a la apnea del sueño, diagnosticada desde hace 3 años, siempre llevo el dispositivo CPAP. Al siguiente día temprano tenía una cita y mandé que me despertaran a las 6 de la mañana. Pero no escuché el teléfono. Después de varios intentos de despertarme, el conserje y un empleado estaban preocupados de que hubiese ocurrido algo y abrieron la puerta de mi habitación. Ambos se dieron un «susto de muerte» cuando me vieron, llamaron a más empleados y al servicio de emergencia. Desde entonces nunca llevo el aparato en los viajes y evito cualquier viaje».
¿Por qué estás tan cansado? ¡Si no sufres!
«Me caigo constantemente de sueño. Por mucho que intente evitarlo, siempre me quedo dormido, ya sea en el teatro, en el cine o viendo el telediario. Mi mujer no lo entendía. Me ofendió un poco que me dijese: ¿Por qué estás tan cansado? ¡Si no sufres! Llevo un aparato CPAP. El problema es que doy muchas vueltas cuando duermo y que tengo que volver a estirarme varias veces la máscara en la cara. Casi todos los días me despierto sin el CPAP, ya que me la quito sin querer. Mi médico me dijo que no había otro tratamiento posible».
Sin sexo durante años
«Tengo 47 años y llevo 20 casado. Antes mi mujer y yo solíamos practicar a menudo deporte juntos. Tenemos un negocio común. He engordado 30 kilos, ronco desde hace años y se me interrumpe la respiración. Mi mujer me ha pedido el divorcio después de estos años de martirio. La razón principal es que está harta también, porque tengo un aspecto muy desagradable y no tenemos relaciones sexuales desde hace años. Mi hija me ha llamado «cerdo perezoso», ya que apenas puedo trabajar. Sufro una depresión total y llevo diversos aparatos CPAP. Esta medida no me funciona perfectamente, ya que mi mandíbula es muy pequeña y por eso tengo barba; el aparato me hace sangrar por la nariz. Ahora he escuchado que existe posibilidad de curarme con una operación de mandíbula. Mi único consuelo en este momento es el perro que me he comprado y que me obliga a pasear».
Testimonios/videos de pacientes
«Ningún otro tratamiento me había liberado de la máscara».
«Pensaba que tendría que llevar una máscara de respiración para el resto de mi vida».
«Por fin curado. Es como una nueva vida sin ronquidos ni máscara de respiración».
«Máscara de respiración, férula dental, operación de la garganta... lo había probado todo pero nada me ayudó hasta que decidí someterme al tratamiento».
«Ya no quería seguir viviendo con la máscara de respiración».
«Ahora por fin ya podemos volver a dormir y descansar juntos».